Acerca de Manhattan
En Manhattan, el corazón de Nueva York, descubrirás los lugares más emblemáticos de la metrópoli. ¡Los habrás visto tantas veces en las series y las películas que tendrás un déjà vu constante! Vete a Central Park para disfrutar de un tranquilo pícnic, visita (lo de comprar ya es otra cosa) las archiconocidas tiendas de la Quinta Avenida y tómate un cóctel en un exclusivo bar de Chelsea. ¡Es la ciudad que nunca duerme!
Los hostels en Manhattan normalmente incluyen espacios comunes con obras de arte personalizadas y habitaciones temáticas. Muchos se sitúan en los tradicionales edificios de piedra marrón y tienen historias interesantes, e incluso puedes encontrar un hostel en Manhattan de estilo náutico donde se alojaron los supervivientes del Titanic. Busca los cotizados establecimientos con espacios exteriores, que suelen ser terrazas en la azotea: ¡las vistas de los rascacielos son increíbles! Otros hostels en Manhattan incluyen gimnasio para que hagas ejercicio y no se te remuerda la conciencia después de probar las mil y una delicias neoyorquinas.
Explorar los barrios de Manhattan es uno de los grandes placeres de visitar Nueva York. Recorre el Distrito Financiero, en el extremo de la isla, que incluye un paseo marítimo y el Museo Memorial del 11S. Dirígete al animado Greenwich Village, con calles empedradas y edificios bajos de ladrillo: lo pasarás en grande en sus bares de jazz, clubes de monólogos y espectáculos (¡no todo va a ser Broadway!). Y no puede faltar un selfi en la famosísima Times Square, a un paseo de la conocida zona de los teatros.
Tendrás la mejor vista panorámica de la isla desde el mirador del Centro Rockefeller (Top of the Rock). En tus fotos aparecerán el Empire State y el One World Trade Center. Acércate a la Estatua de la Libertad en el ferri gratuito de Staten Island y verás el Bajo Manhattan desde una nueva perspectiva. La gastronomía local es fascinante: come buñuelos al vapor en Chinatown, asiste a clases para cocinar pasta en Little Italy o ve a un restaurante de comida tradicional norteamericana.
El metro de Nueva York es el medio más rápido y sencillo para desplazarse. Eso sí, date el gusto de parar un taxi amarillo para vivir la experiencia al menos una vez en la vida. Si vienes en avión, probablemente llegarás al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, al Aeropuerto Internacional de LaGuardia o al Aeropuerto Internacional Libertad de Newark. Todos están conectados con Manhattan por transporte público. Newark es el más cercano, y tiene trenes durante 21 horas al día hasta la estación Penn. Si prefieres ir por carretera, monta en un autobús exprés.