Pensiones en Waterford

1 Pensiones y otros alojamientos en Waterford, Irlanda
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Acerca de Waterford

Los vikingos fundaron Waterford en el 914 d. C. (es la ciudad más antigua de Irlanda) y sus 1100 años de historia son más que evidentes. Las estructuras medievales conviven con un batiburrillo de edificios de los siglos XVI, XVII y XVIII, y contrastan con el estilo moderno de la zona de los muelles. Descubre las maravillas que esconden sus museos y no te pierdas la joya de la corona: la fábrica de cristal, donde verás a sopladores de vidrio en acción. ¿Buscas otro tipo de belleza? Acércate a la accidentada Costa del Cobre o a los montes Comeragh (y no te extrañes si alguien te saluda con el tradicional grito de "Welllll").  

Sumérgete en el entorno natural de la región alojándote en un hostel en Waterford con impresionantes vistas a la montaña o en uno con más de 12 hectáreas de terreno. También puedes elegir un cottage ecológico y cuidar el planeta durante tu aventura. Muchos de los alojamientos incluyen el desayuno, wifi y ropa de cama. En otros hostels en Waterford encontrarás un bar donde conocer gente e intercambiar consejos de viaje.

El Triángulo Vikingo es el núcleo histórico de Waterford. Cercado por las antiguas murallas, alberga la mayoría de los centros culturales, así como los mejores sitios para salir de marcha. En Dunmore East, a las afueras de la ciudad, te aguardan sus recónditas calas y senderos que atraviesan la Costa del Cobre. Los alrededores salvajes del castillo de Waterford también merecen la pena; está situado en Little Island y lo bordean el río Suir y el King's Channel.

El espectacular litoral y las ondulantes montañas del condado de Waterford son lugares inmejorables para pasear y andar en bici. Los surfistas menos veteranos alucinarán con las olas y podrán incluso apuntarse a clases. Para gozar de vistas panorámicas y, de paso, descubrir tesoros del año 950 d. C., sube por las escaleras de caracol de la famosa torre de Reginald, del siglo XIII. ¿Viajas en agosto? Tienes suerte, ya que se celebra el festival Spraoi ("diversión" en gaélico): un auténtico torbellino de color, música y actuaciones callejeras. Por si esto fuera poco, algunos de los restaurantes más renombrados del país están aquí, ¡así que vete pensando en darte un homenaje!

Si vienes desde otro punto de Irlanda, lo más fácil es hacerlo en tren. La estación de Plunkett es la principal y está a un paseo de 15 minutos del Triángulo Vikingo. Los aeropuertos de Cork y Dublín quedan a menos de 3 horas en bus. Para moverte por la ciudad te bastarán tus pies pero, para explorar el resto del condado y las playas, lo mejor es tirar de autobuses.

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