Hoteles en Ostende

Sobre Ostende

Ostende (o “la reina de los balnearios”) es la ciudad más grande de la costa belga. En verano, acoge a visitantes que vuelan cometas, construyen castillos de arena y nadan en el mar del Norte; pero también cuenta con una cultura animada y un rico patrimonio. No te pierdas su grandeza histórica, su arte callejero de talla mundial y un floreciente panorama gastronómico. ¿Cómo se resume el ambiente alegre y acogedor de Ostende? En un vaso de cerveza local Dikke Mathilde, cariñosamente llamada así por la querida estatua yacente de la localidad.

La mayoría de hostels en Ostende son alojamientos modernos a pocos minutos de la playa. No te costará encontrar espaciosas zonas comunes y cómodas habitaciones compartidas y privadas, además de extras como taquillas de seguridad y wifi gratuito. Es habitual encontrar un hostel en Ostende que ofrezca desayuno gratis por la mañana; y para las otras comidas, algunos tienen bar y restaurante. Sigue las recomendaciones del amable personal, que también te ayudará a reservar actividades y rutas guiadas. ¡Y no sufras por si tienes que registrarte tarde! Si eliges un hostel en Ostende con recepción 24 horas, no tendrás ningún problema.

La extensa playa de Ostende envuelve la zona del puerto y el centro histórico, donde también se encuentra la estación de tren. Aquí se sitúa el antiguo barrio de los pescadores, ahora un concurrido conjunto de edificios del siglo XVIII, restaurantes de pescado y la encantadora pista de hielo Winterijs. Si te diriges al gran distrito comercial y de entretenimiento Mariakerke-Bad en el paseo marítimo, pásate por el frondoso parque Leopold, donde verás un famoso reloj floral formado por 20 000 plantas.

Ostende no es solo playa, ¡tienes un montón de cosas para hacer más allá de la orilla! La moderna galería de arte Mu.ZEE cuenta la historia de la cultura cosmopolita belga a través de su extensa y variada colección. En el animado mercado callejero Visserskaai del puerto encontrarás pescado fresco recién sacado del barco. Y cuando llegue la noche, pásate por la calle Langestraat, donde se concentra una mezcla de bares tranquilos para tomar un café o una cerveza, coctelerías y locales para bailar.

El Aeropuerto Internacional de Ostende-Brujas está a 15 minutos en autobús del centro de la ciudad (línea número 6). Si llegas al Aeropuerto de Bruselas, puedes venir en tren (unas 3 horas directo, o 2 horas con un trasbordo en la estación Gent-Sint-Pieters). Ostende es pequeña y llana, así que puedes moverte a pie; pero si quieres ir más rápido, también hay un montón de carriles bici y autobuses urbanos. El tranvía costero belga (Kusttram) conecta Ostende con otras localidades a lo largo de la costa, desde De Panne en el este hasta Knokke-Heist en el oeste.