Hostales en Queenstown
13 Hostales y otros alojamientos en Queenstown, Nueva ZelandaAcerca de Queenstown
Has llegado a esta página porque... a) Nunca has estado en Queenstown, pero te han dicho que es una pasada, b) Has estado y quieres repetir (o "tripitir") la experiencia, o c) Estás posponiendo hacer otra cosa y planificar tus próximas vacaciones te parece un pasatiempos fantástico. La verdad es que, se mire por donde se mire, visitar Queenstown (la capital de la aventura de Nueva Zelanda) nunca es mala idea.
No solo encontrarás hostels en Queenstown estupendos, sino que muchos tienen listas insuperable de actividades, por lo que no te vas a aburrir. Como hay tanto que descubrir, encuentra uno con un personal agradable que te ayude a planificar tu estancia (¡eso no te resultará difícil!). Podrás participar en rutas por los bares, noches de juegos y barbacoas. Existe un hostel en Queenstown que, además de tener una piscina de spa, te invita a sopa caliente cada noche durante la temporada de esquí. Encontrarás wifi gratuito y montones de habitaciones compartidas para descansar. Si viajas en pareja o buscas algo de intimidad, opta por un hostel en Queenstown con habitaciones privadas (con o sin baño propio).
¿Tienes previsto llegar a Queenstown en temporada de nieve? Lo más cómodo es que elijas un hostel en la calle principal de la ciudad. De esta forma, ahorrarás dinero en taxis tras salir de fiesta hasta las tantas. Quédate en Fernhill si has venido a disfrutar de la naturaleza, ya que estarás cerca de las rutas de ciclismo y senderismo. Pero si lo que quieres es una base bien comunicada con el aeropuerto, Frankton será tu mejor opción. Se trata de una zona preciosa con mercados que alberga el puente Kawaru, primer emplazamiento del mundo que comercializó el puenting.
Por si no te has percatado todavía, está claro que vas a poder dedicarte a un montón de cosas a lo largo de tu estancia en Queenstown, independientemente de cuánto tiempo te quedes. En los meses de frío, la ciudad se convierte en un pequeño paraíso invernal con sus impresionantes montañas cubiertas de nieve. Podrás practicar deportes de invierno y hacer puenting, paracaidismo, piragüismo en el río Dart o dar paseos en lancha por un cañón. Para un día más tranqui, decídete por una excursión a Milford Sound y déjate conquistar por sus apacibles fiordos. Entrada la tarde, Queenstown presume de una espectacular vida nocturna, y se organizan recorridos por los bares nada menos que cinco veces a la semana (¡ánimo!).
Debido al reducido tamaño de Queenstown, tus pies serán probablemente el mejor medio de transporte posible. Si te apetece explorar los alrededores, alquila una bicicleta (tradicional o eléctrica) y aventúrate en uno de los muchos carriles bici que encontrarás tanto en la ciudad como en sus pintorescas montañas. Para ir y venir de las estaciones de esquí, podrás pillar buses, aunque quizás prefieras alquilar un coche. Si te animas a hacerlo, asegúrate de que sabes poner cadenas en las ruedas durante los meses de invierno. Volar desde Wellington, Auckland y Christchurch es pan comido, ya que Queenstown tiene aeropuerto propio. Los viajeros también llegan hasta aquí en los varios autobuses disponibles para mochileros.